Ya llegando la madrugada del domingo, y con tres nóminas presentadas, el ministro seguía atento a la inscripción de las listas, a lo que publicaban los medios, a los comunicados de prensa que exigía que se emitieran a mitad de la noche para que no se saliera nada de control ni nada fuera leído de un modo distinto al que planeó. No le alcanzó, de todos modos, para evitar que en agosto haya internas en Cambiemos.
Se sabe que la lista que eligió, encabezada por Atilio Benedetti, deberá competir finalmente con las nóminas de Alejandro Carbó y la de Gracia Jaroslavsky.
El peso de Varisco
El intendente de Paraná, Sergio Varisco, puso a jugar su peso electoral y su relevancia como presidente municipal de la capital provincial.
Movió sus fichas en la mesa donde se negociaba la lista oficialista –con sede en el Hotel Mayorazgo- con los nombres de Eduardo Solari y de Carlos González. Lo intentó hasta último momento. Incluso hay quienes dicen que también «pidió» un lugar para quien era su aliado en otra mesa, el dirigente de Concordia, Marcelo López.
Dicen que su suerte estaba echada desde el viernes pero insistió. Insistió aun cuando en los teléfonos de la dirigencia reunida en torno al cenáculo del Mayorazgo se leía otra novedad en la causa de la banda narco que salpica a la gestión municipal. Tan luego la novedad era la convocatoria como testigo, justo en ese momento, al mismísimo Varisco. “Cosa de Mandinga”, se escuchó en el murmullo creciente de comentarios desatados.
Varisco insistía en la mesa del pretendido consenso. Pero también, a su vez, alimentaba la expectativa de apoyo al conjunto de sectores que se nucleó tras la precandidatura de Gracia Jaroslavsky.
Recién alrededor de las 17, y tras plantear por último la demanda de espacio para un sector peronista con el que estaba conversando, Varisco se retiró de la mesa donde se armaba la lista de Jaroslavsky, en el estudio del senador Raymundo Kisser. En esa mesa, vale decirlo, era el único dirigente con mucho que perder en su relación con la Nación, como intendente de la capital provincial, con millonarias obras en marcha.
No logró su espacio en la lista de consenso. Desistió del apoyo a la lista de Jaroslavsky. Pero también se le pidió expreso apoyo a la nómina de Benedetti, por si hacía falta y por si se malinterpretaba como con un guiño suyo la presencia en el tercer puesto de la lista disidente de Fernanda Tardelli. La abogada, hija de Juan Antonio Tardelli, tiene buena parte de su historia política al lado de Rubén Villaverde, lejos de los Varisco. Es funcionaria de carrera del Concejo Deliberante, especialista en Patrimonio Urbano y Arquitectónico y desde ese rol en la actualidad cumple funciones en el Ejecutivo, como asesora de la Secretaría de Proyectos Especiales de Eduardo Barbagelata.
Y ahí estuvo el intendente, a la madrugada, rubricando el apoyo expreso a la lista de Benedetti. Y Benedetti, junto con la Corriente Arturo Illía, agradeciendo con otro documento para los medios el gesto del intendente de Paraná. Frigerio, seguía en vela los acontecimientos de todo el país. Y los de Entre Ríos también.
Por teléfono
Pese a los traspiés, la lista de Jaroslavsky fue presentada. El espac]io que la sustenta nació al calor del intento de impedir que sea otra vez la Corriente Arturo Illia –y Benedetti concretamente–, la que encabece la propuesta radical como sucede desde 2009, con la excepción de 2015, contexto clave en el que Benedetti debió renunciar a su postulación por la Gobernación para dejar el camino libre a Alfredo De Angeli.
Se mantuvieron en el espacio el yrigoyenismo, que postulaba a Guillermo Vázquez, un grupo que se nucleó como Corriente Radical que englobó a Marcelo López, Luis Kirpach, Sergio Solari, Fabián Otarán, Raymundo Kisser, Rubén Villaverde. Además, el varisquismo representado alternativamente por Carlos González y Eduardo Solari cuando no por el propio Varisco.
El grupo de “los intendentes” que se atribuyó la búsqueda de la unidad y que terminó incluyendo a Jorge Lacoste en la lista de Benedetti, no tuvo contacto formal con el espacio que siguió adelante con la idea de conformar una propuesta que incluyera al GEN.
Para la hora del cierre de listas, los soldados eran menos. Hubo conversaciones con Augusto Lafferriere del PRO, que dio la interna partidaria y perdió contra el candidato de Frigerio en Nogoyá. Pretendía el segundo lugar pero ya estaba comprometido con el GEN que puso allí a Francisco Larocca. Pidió el tercero entonces pero por cumplir el mandato del congreso radical, que exigió el tercer puesto en las nóminas, se le ofreció el cuarto puesto y no aceptó. Ese lugar fue finalmente para Jorge Signorelli, de la Coalición Cívica.
Frigerio hizo sus llamados. Intentó hacerlo desistir de su postulación a Francisco Larocca. Algo de eso denunció Vázquez, a través de las redes sociales, desatando una catarata de comentarios. «Al cierre de la lista hubo hechos que empañaron el normal proceso electoral. El ministro del interior reclamando que no se presente la lista de Gracia y las recriminaciones de funcionarios del ministerio del interior a Alejandro Carbo. Cambiemos es una propuesta política distinta y no se debe permitir que funcionario nacionales – que siguen con la decisión de aplicar discrecionalidad a la distribución de recursos – pretendan indicarnos a los entrerrianos quien debe estar en una lista y quienes no. Todos sabemos que eso solo lo decide el pueblo», publicó en su perfil de Facebook el dirigente de Concepción del Uruguay.
Personalmente
Con dureza cuestionó la injerencia de Nación el otro precandidato, Alejandro Carbó. En diálogo con Página Política, hizo saber que ha pedido a las autoridades del Comité provincial que gestionen una audiencia con Mauricio Macri. “Nosotros estamos apoyando su gestión al frente del gobierno nacional y no es posible que se utilicen estos métodos”, denunció para luego relatar que al llegar con la nómina para ser presentada en la sede partidaria del radicalismo, en calle San Martín, le pidieron que se retirara del salón donde sesionaba la Junta Electoral. “Estaba Josefina Etienot que no tenía nada que hacer porque es apoderada del PRO. Cerraron la puerta con un golpe fuerte. Eso no se le puede hacer a ningún afiliado. Pero además yo soy autoridad del Comité provincial”.
Cuando finalmente lo dejaron pasar, Carbó contó lo sucedido: “Etienot seguía allí, en una computadora, y había un señor de unos 30 años al que no conozco. ‘Quiero hablar con usted’ me dijo. Al lado de los miembros de la junta me amenazó y me advirtió que la intendencia a la que asesoro nunca más iba a recibir un peso. Me dijo que era secretario privado de Frigerio. Cuando pregunté qué hacía allí, que me estaba amenazando, me dijo que sólo quería hablar conmigo y Etienot le pidió que se callara”.
“Creo que se llama Pablo (Paulo) Del Valle. Es una barbaridad lo que está pasando. Me he enterado de decenas de amenazas. Vamos a plantear ante el Comité, junto con dirigentes como Vázquez, del otro espacio, una reunión para hablar del atropello a la calidad institucional”, remarcó Carbó, asesor del municipio de Aranguren, que aseguró que “este lunes hay alrededor de 30 personas que podrían quedar sin trabajo (si se concretaran las supuestas amenazas). Al peronismo, a Sergio Urribarri por mencionar un ejemplo, jamás se le ocurrió amenazar a la gente con dejarla sin trabajo”.
El cupo
Mención aparte corresponde hacer respecto del segundo lugar de la nómina, el lugar del PRO. Cuando la dirigencia provincial del partido amarillo apostaba doble contra sencillo que ese lugar era para Ayelén Acosta, que se había apurado al tono de campaña, se descartó esa posibilidad. Luego, -y tras saberse que en el PJ era candidata Mayda Cresto de Concordia- ganó peso el nombre de Patricia Rodríguez, titular del Anses en la Capital del Citrus, en función de fortalecer la propuesta en esa ciudad. Pero tampoco. Fue Alicia Fregonese, nacida en Buenos Aires, casada con un ruralista de Maciá.
En este proceso de cierre de listas, la consulta de los medios a la dirigencia provincial del partido de Macri pasó a ser vía muerta en la búsqueda de información.