Frigerio logró en su primer año de gobierno lo que el peronismo no pudo -o no quiso- en más de tres décadas de gobernar la provincia. La desarticulación del principal partido entrerriano le facilitó avanzar en el tan postergado cambio del sistema electoral. Ayudó también que Entre Ríos venía atrasada en relación a sus provincias vecinas y hasta la Nación había adoptado la BUP.
En la sesión del 27 de diciembre de 2024 la Cámara de Diputados sancionó, a las 13.43, el nuevo Código Electoral de Entre Ríos que, como rasgo saliente, instaura en la provincia la boleta única de papel (BUP).
La dimensión histórica de esta reforma fue destacada en el recinto por la jefa la bancada del peronismo, Laura Stratta. La definió como “la ley más importante de las últimas décadas”.
La diputada sabía bien de lo que estaba hablando. Fue la vice del gobernador que, en su período anterior de gobierno, había buscado sancionar un Código Electoral que reemplazaba la boleta sábana partidaria por la boleta única de papel. Gustavo Bordet lo intentó en 2018, pero la interna del peronismo le impidió avanzar con una BUP que implicaba un cambio aún más profundo que el del proyecto que finalmente se convirtió en ley el último día hábil administrativo de 2024.
El gobernador Rogelio Frigerio apostó por un modelo de BUP más amigable para el peronismo, ya que habilita un casillero de voto por lista completa y de ese modo logra una sobrevida del efecto arrastre del candidato a gobernador sobre los demás cargos. Algo que el peronismo entrerriano supo aprovechar muy bien para gobernar 32 de los 41 años de democracia.
El debate por la reforma política se inició en el mes de mayo. En estos ocho meses, Página Política siguió de cerca este proceso histórico.
Oportunidad
El cambio de ciclo que llevó a Frigerio al gobierno hacía presumir que, esta vez, la tan postergada reforma política tenía más posibilidades de concretarse en Entre Ríos.
Había tres razones que justificaban la oportunidad de la reforma: 1) la conveniencia de discutir la modificación de las reglas de juego electorales lo más alejado posible de los primeros comicios en los que esas nuevas reglas iban a ser aplicadas, 2) el esperable consenso político, tomando en cuenta que la mayoría de los legisladores peronistas pertenecían a líneas internas que en 2018 habían estado de acuerdo con la reforma que impulsó Bordet, y 3) el inédito ajuste con el que el gobierno de Javier Milei sometió desde su inicio a las provincias le ató las manos a Frigerio para avanzar en cualquier gestión que requiera financiamiento. La reforma política podía representar un logro de gestión sin gastar un peso.